Muy buena ubicacion. El hotel está limpio y se aprecian reformas. Durante nuestra estancia de cinco días no percibimos masificación del alojamiento ni jaleo en el camping cercano.
Después de leer algunas opiniones, íbamos con cierto miedo ante la posibilidad de padecer una "mala habitación". Pero nos asignaron una en la planta 3, cómoda, amplia y limpia, con un ventanal en minibalcón con vistas al mar.
Como han comentado otros clientes, en el baño echamos en falta unos ganchos o colgadores (si bien, había un radiador toallero sobre la bañera, que algo solucionaba), así como haber tenido una puerta "clásica" (en lugar de la puerta con listones separados, muy original, eso sí) para permitir mayor intimidad y evitar iluminar toda la habitación en caso de encender su luz por la noche. Había gel, champú y acondicionador en botes individuales y pastillas de jabón de manos. Ducha de plato correcta, y bañera con salida de agua tipo hidromasaje pero que carece de alcachofa y de salidas para chorros (se podría obviar actualmente porque le resta espacio al baño).
Las dos camas de nuestra habitación eran amplias (105) y cómodas, con gruesos colchones. En este punto, sugeriría a la Dirección del hotel que sustituyera los protectores de colchón por otros más finos y, sobre todo, transpirables, ya que los actuales generan un incremento de temperatura corporal que pasará desapercibido el resto del año, pero no tanto en época estival (dándose la paradoja de estar al mismo tiempo "fresco por la parte del cuerpo que da al aire" y "algo cocidito por la parte del cuerpo en contacto con el colchón").
En relación con lo anterior, el aire acondicionado funcionaba bien, estando limitado para funcionar entre 22 y 24 grados. Quizá estaría bien permitir ponerlo a 25-26 grados, para mantener fresca la habitación de forma más suave, por ejemplo en caso de cerrar la ventana del mirador por la noche para evitar el ruido de la calle al dormir.
Ofrecen aparcamiento gratuito para clientes, aunque al estar abierto puede ser ocupado por gente no alojada en el hotel, por lo que, en ocasiones, tienes problemas para conseguir hueco.
El buffet del desayuno es bastante variado (muy ricos los churros, los pastelitos de crema y la quesada). Y, en cuanto al buffet de la cena, este ofrece platos de buena calidad y muy bien cocinados, pero se echa en falta más variedad, por ejemplo en el caso de la fruta (ofreciendo solo manzana y naranja en época de verano, cuando en el desayuno sí ponen melón y sandía, además de naranja cortada). Y no nos gustó el hecho de que el pan se ofrezca solo en barras completas que cada comensal debe manipular y cortar por su cuenta (poco higiénico a efectos de manipulación de alimentos); si ponemos pinzas para coger las tostadas o los churros, ¿por qué dejar que una barra sea manoseada por tres o cuatro personas? Permitan, por favor, también la opción del panecillo individual para los que lo prefiramos así.
Los ascensores, efectivamente son lentos, pero hay buenas escaleras para salvar los cinco pisos cuando vas liviano de bultos (aunque con cochecito de bebé lo tienes más difícil para evitar el ascensor). Y hablando de ascensores, otra sugerencia, en clave de humor, para la Dirección: el día que se grabó la locución que te dice a qué piso llegas, la persona seleccionada para tal misión debía de estar enfadada y algo desganada, por lo que seguramente notarán una mayor alegría en el personal que frecuente el hotel si la sustituyen por una locución en tono más animado. Ahí lo dejo...
No hicimos uso de la piscina, si bien se veía tranquila y limpia. Es pequeña, pero "resultona".
En resumen: una estancia cómoda y muy agradable. Objetivo "desconexión del calor" ¡cumplido!